Un viejo roble
Parecía estar en aquel llano, inclusive me encontraba cerca de aquellas rocas que sobresalían en los riscos de una cañada inmensa rodeado de tantos álamos, algunos con docenas de metros de altura y unos otros envejecidos como los robles de la barrica que contenía esta botella de sucio vino tinto que por largas cinco horas no he podido dejar de observar, conteniendo mis lagrimas en esta soledad que me ataña y sigue atañandome mientras más veo en el cielo pasar las nubes, inmensas figuras que sobre mi cabeza cruzan y la poca imaginación que me queda, parezco un poco torpe de solo imaginar que algún día tocarlas y sentir la textura de ellas, pero el sueño de un niño es tan incierto y a la vez tan increíble, que por sencillo que parezca marca la diferencia entre lo real y lo que pudiéramos describir en una historieta de ciencia ficción, ¿Interesante? si, un poco, ¿Queda más que propagar dentro de esta tierra? bueno, jamás toleré ver como el mundo se caía a pedazos por las decisiones de los gobernantes, mucho menos el poco criterio que hemos tenido como seres humanos. ¿Qué tiene que ver esto con la felicidad que siento por el simple hecho de que te encuentres dentro de mi vida?, no lo se, ni siquiera se por que te amo, pero lo único que sé es que mientras este vino siga embriagándome con esa suavidad y dulzura, seguiré estando presente en cada sueño, cada vuelo y cada sensación que tu cuerpo me pida...
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