Juventud
Cerca de la media noche en un pequeño pueblo se encontraba sin más ni más un viejo caminando a muy a penas andar, destinado a morir en algún momento su rostro los noventa evidenciado por los tantos ríos que delineaban lo que alguna vez fue la más clara seña de juventud, en tanto su vestimenta humilde, con sencillez y fuerte olor a canela, un gesto no muy amable pero con gran carácter en su mirar, buscaba aquel viejo bar en el que a los 30 parecía nada importar, disfrutaba de la vida que hoy poco a poco se le iba, al llegar a aquel obscuro callejón iluminado por el cuarto d luna que ese 26 de noviembre sostenía en un cielo lleno de estrellas, lejos de la casa que lo vio nacer y cerca de aquel camposanto que esperaba su llegada más próxima a cada paso, a cada latido y suspiro que de ultimo a su corazón llegó y por fin su camino en unos cuantos segundos...
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