Ella Capítulo III

Capítulo III

No esperaba su respuesta, solo quería sacarle plática y decirme que había algo que no le permitía estar bien, eso me mató, solo figurativamente pues me mortificó en el momento, ella en los pocos minutos que tuvimos para platicar dijo; - he tratado de llevar mi vida con calma, pero existe mucha presión en mi casa y es difícil vivir así, veo que todo mundo espera suficientes cosas de mí, como si yo no tuviera derecho a equivocarme, y siento que todo mundo en esta vida se puede equivocar sin sentirse culpable, yo en cambio hago mi vida como me es más sencillo vivírla, aunque quiero sentirme libre, aunque se que lo soy, solo quiero ser comprendida, odio que la gente se aproveche de mí, que solo quieran obtener beneficios de mi parte, cuando saben que yo no podría pedirles nada, y disculpa que me desahogue contigo, pero he notado como me miras y la sonrisa que te acercas a mí, (yo moría de nervios y ella prosiguió), eso me hace confiar un poco en ti para contarte mi sentir, eres un buen compañero, me alegra tenerte cerca cada mañana, ojalá que así sigas siempre, en verdad me hace tanto bien que estés aquí ahora, y bien ya que estamos un poco en confianza, pensé que nunca te acercarías, que solo me mirarías de lejos, pero veo que me he equivocado, ojalá pudiéramos salir algún día.

Yo seguía entre nervioso y emocionado, tengo la opción para salir con ella, y no fue necesario que yo se lo pidiera, solo quiero que disfrute de una tarde de risas y nuevas aventuras, espero sorprender con nuevas emociones, aunque todo esto pasa en mi cabeza, no dejo de escuchar su voz y ver sus labios hablándome, diciendo que tiene muchas ganas de que ya sea la hora de salir, aunque a penas son las siete de la mañana, yo solo pienso en que sea pronto ese momento en que estemos juntos pasando esa esperada tarde, la quiero como nadie ha querido jamás y espero que ella pueda sentir algo por mí al nivel que yo lo hago. 

Necesité enfocarme en sus palabras, ella me gusta y sé que no me daré por vencido, estaré ahí siempre que me necesité, ya comencé a hablarle y ¿Qué sigue? En si me refiero a cuándo estaré dispuesto a decirle que me gusta y que quisiera compartir más que solo un saludo en la mañana y admirarla sentada justo atrás de mí durante clases, y es que quien no se ha enamorado alguna vez en el salón de clase, está tal vez no sea mi primera vez, pero en esta ocasión siento que es muy diferente, ahora soy mayor y tengo la capacidad de pensar mejor sobre que quiero, que puedo ofrecer y lo que estoy dispuesto a arriesgar por ella, soy algo tímido aunque ella no lo crea así.

Todo el tiempo me he mostrado algo rebelde y valemadrista pero así soy y no puedo cambiarlo, al menos no ahora, pues toda mi vida ha sido dura para mí, he tenido que valerme por mí mismo en más de una o varias o tal vez muchas ocasiones, pero el ser así también me ha puesto contra la pared, siento que es una manera de defenderme por tantas ocasiones en las que sufrí durante mi niñez, soy lo que soy porque el camino me lo ha obligado, soy dueño de mi destino pero soy débil cuando se trata de los sentimientos, lo puedes sentir pero mi confianza y disque rudeza lo ocultan, ocultan un pasado que no quisiera tener más, si lo debo sentir no es por mi parte, todo esto tiene que ver con poco menos de cuatro años atrás, para ocultar mi dolor, para no querer más perdonarme por ofrecerlo todo cuando pude sin recibir nada a cambio o tal vez no recibirlo me hizo la persona que hoy soy, hizo que el dolor se oculte tras una faceta de alguien que no soy y si de alguien que no ha podido con el sufrimiento, sufrimiento que me ha martirizado por tantos años.

Una sola cosa que recuerdo de aquella noche, esa que me hizo sufrir tanto y tragarme las lágrimas, es tan duro que tu cabeza no te permita llorar, que sea más fuerte quedarte en shock a poder desahogar un poco del dolor que sentí. 

Lo anterior no debe involucrarse con lo que comienzo a sentir, no debe tampoco envolverse con mis sentimientos que hoy siento y mucho menos con la nueva y grandiosa oportunidad que estoy teniendo, estoy a punto de graduarme y buscar universidad, y eso se siente mal, solo deseo que pueda encontrarla mañana aquí mismo, justo en su silla viendo la puerta, espero que levante su cabeza y me mire al igual que hoy, pero ¿Qué demonios, a qué hora llegó el maestro y cuánto tiempo ha pasado? Nadie se tomó la molestia de avisarme que la clase había comenzado.

Así estuve toda la mañana pensando en ti y en mi, en lo que pudiera ser de nosotros y si es que exista un nosotros, por ahora es mejor que me vaya a dormir, es tarde y no quisiera llegar tarde a nuestro encuentro de mañana, la veré, me verá, saludaré, saludará y comenzará nuestra plática de cada día.