"Oil" Historia del Caos - parte 2

Mártires del desierto

Habíamos logrado salir con vida de la masacre que nos esperaba, pero aun así debíamos cambiar nuestra vestimenta por que obviamente los logotipos de la marca nos señalaban ante la gente, algo que deseábamos en ese momento era no volver a mirar más Rojos, pues durante el escape se escuchaban gritos y balas pegando contra todo, estábamos ocultos hasta que tuvimos la oportunidad de adentrarnos en las tuberías que conectaban con las afueras de la ciudad, por algunos momentos nos teníamos que sumergir por completo en los desechos que nosotros mismos producíamos, estábamos cosechando los malos frutos de haber experimentado por tantos años, contra de la naturaleza, pero lo que hicimos fue con una sola causa, y esa era no seguir dañando el planeta más de lo que nuestros antecesores lo hicieron, y así fue como pudimos mejorar la formula para nuestro combustible, en algún momento de nuestra fuga, nos topábamos con olores y materia muy desagradable, creo que esos horribles olores fueron los que nos hicieron buscar el instinto de supervivencia, pues por un lado estábamos siendo masacrados por los Rojos y por otro lado estábamos en contra de todos los desechos que nosotros habíamos creado. una vez que salimos ocultamos la respiración y caminamos por días alejándonos por completo de las zonas aledañas a la ciudad, buscamos refugio en una fabrica de textiles abandonada en lo que ahora se conoce como el desierto del Tesum, ahí pasamos la noche y desde ese momento se convirtió en nuestro nuevo hogar, ahí encontramos algunas maquinas manuales, supongo que de varios cientos de años, que tuvimos que reparar para poder confeccionar prendas que no tuvieran nada que ver con la marca del laboratorio, prendimos fuego a todo lo que nos involucraba y comenzamos a replicar las investigaciones, cualquier tipo de animal siempre y cuando se pudiera comer era nuestro alimento, respecto al agua que tomábamos casi en su mayoría la teníamos que recolectar de las canaletas de desagüe pluvial, así fue como logramos sobrevivir durante algunos años, hasta que comenzamos a vender en las calles de la urbe algunos de nuestros productos, siempre tratábamos de cambiar los puntos de venta para así evitar ser ubicados por algún servidor del gobierno, buscábamos puntos estratégicos para en caso de cualquier emboscada, pues nuestro producto estaba por debajo de los precios del anterior Aceite Combustible, mismo que había sido diluido con combustibles convencionales bajando su rendimiento y potencia, del cual el gobierno se había hecho cargo con sus <<Nuevos>> científicos, para así tener el control total del transporte a nivel nacional, a pesar de ello, nosotros sabíamos la composición adecuada para la fórmula, eso nos ayudó a que la gente nos ubicara y sabiendo que nuestro producto era mejor que el del gobierno, con la finalidad de obtenerlo comenzaron a solicitar pedidos cada vez mayores, al principio clientes de una bolsa (equivalente a 473 mL aproximadamente), comenzaban a solicitar de seis a siete galones, lo cual nos impulsó económicamente para replicar algunas de nuestras maquinas del laboratorio, lo primero en lo que invertimos el recurso recabado durante los primeros grandes pedidos fue para la replica del CESIS, con el fin de comunicarnos con nuestros colegas espaciales para informar sobre el atentado que sufrimos y del cual nos encontramos prófugos del gobierno, sin que ellos sepan nuestro paradero, era cuestión de meses o quizá días para que notaran que su producto ya no estaba siendo consumido en la urbe, a la escala que antes de que llegáramos con los pedidos mayores, esto fue lo que hizo que dejáramos de acudir a la urbe a suministrar nuestro aceite.